Don Fonsho dice:
…Mi maestro Moisés
Zevallos quien, en una de sus clases de urbanidad, nos enseñó: "DON para
el nombre y SEÑOR, para el apellido; así: don Alfonso y señor Aguilar. jamás
usar el don con el apellido, decir don Aguilar es como decir don talegón, a
esta expresión recurren, sólo los mal educados, los patanes, los imbéciles o
los babosos carentes de imaginación, que pretenden ofender a la gente y no
saben cómo...
Carlos responde:
Don Fonsho, parece que usted al estar tanto tiempo
fuera de su tierra, se le ha pegado un lenguaje chavista, totalitario y
dominante y se ha olvidado por completo de nuestros dialectos pueblerinos y
gracias a ello nadie le entiende, nadie le consulta y en su caso no existe
pueblo olvidado; si no hombre olvidado por su pueblo.
Don Fonsho dice:
Después de este breve
preámbulo, voy a referirme a lo que usted, señor Rodríguez, plasma en sus
escritos, pero antes, quiero que sepa que en mi afán al involucrarme en estos
"quehaceres domésticos", pretendo no ser como la rana que vive
saltando sin dejar huella; quiero ser como el arado que orada la tierra, para
que allí –algún día y en algún momento–, una mano diligente y sabia, siembre
los valores que a muchos nos hace falta.
Carlos responde:
Una vez más Don Fonsho muestra sus contradicciones,
primero llama quehaceres domésticos a los destinos de nuestro querido pueblo y
luego se contradice diciendo que quiere dejar huella, ser como el arado que
orada la tierra, no entendemos su posición. Tal vez usted quiere ser el buey no
por viejo, sino porque él es el que labra la tierra, pero también es el mismo
que se doblega al yugo como algunos al yugo del capital minero.
Don Fonsho dice:
..Yo no soy ingeniero …
este Aguilar, es geólogo y si no lo sabe, le diré que la geología es una
ciencia y la ingeniería es una técnica.
Carlos responde:
Nuestro Pueblo ha convocado a sus hijos Ingenieros
en el caso de relaves magistral, ósea en su juicio a convocado a los técnicos,
pero que quede claro estos técnicos son ahora reconocidos por nuestro
pueblo, y están asesorando; en cambio los científicos geólogos como usted han
pasado al olvido y están a miles de kilómetros de su tierra. ¡Existen todavía profesionales
de panteón!
Don Fonsho se
…Refiere al uso de Colparacra como depósito de
relaves, no se basa en el EIA –porque no lo conoce a fondo–, sino porque, como
cualquier ciudadano que tiene sentido común, ve el peligro que significa para
Conchucos, cargar para siempre, más de un cuarto de millón de toneladas de
relaves "sobre su cabeza", material que se traducirá en una eterna
fuente de soluciones tóxicas.
Carlos responde:
Usted señor Aguilar tiene que vivir 200 años para
que vuelva a Conchucos y con el relave haga realidad su gran parque minero ecológico de
cierre de mina que usted lo ha graficado y lo ha publicitado como minería moderna.
![]() |
Parque minero, donde se quiso tapar los relaves que querian poner en Magistral |
El Fonsho Aguilar:
…No odia a la
Comunidad ni a sus miembros y cuando se refiere a ella, siempre hace hinca-pié
en sus dirigentes o ejecutivos, quienes son los que están hipotecando la
seguridad de su pueblo.
La verdad es que ese Aguilar, no entiende, cuando usted se pregunta si no ha podido "superar el lío de tierras de la Comunidad con su familia", pues, hasta donde tiene entendido, las tierras que la Comunidad usurpó –cuyos títulos de propiedad están legalmente avaladas por la ley–, fueron devueltas a sus legítimos dueños, es decir, a su familia, por lo tanto, el lío se superó y en consecuencia, a ese don Fonsho, le gustaría que, usted don Carlos, le explicara que si no hay líos, qué es lo que no ha superado. Ese don Aguilar, se resiste a creer que la intención que encierra su interrogante y que no ha podido expresarla con claridad –ya sea por una simple omisión o por incapacidad de redacción– sea una expresión de mezquindad, ya que este sentimiento hace perder la percepción de los valores y es entonces que el mezquino se deja arrastrar por la ignominia y pierde la noción de patria, de amor a su terruño, y lo peor, se olvida hasta del amor a la mujer que le dio la vida. El mezquino termina desconociendo ese maravilloso binomio tierra-madre, y pretende ignorar que en la primera de este binomio, brotó el alimento con el que la abnegación de su madre lo alimentó. Sai Baba, un guru de la India, dice: trata a tu madre como a una diosa, y don Aguilar agregaría: igual trato dale a la tierra donde naciste. Ese Aguilar piensa que usted, señor Rodríguez, como un hombre de bien y sobre todo, como un extraordinario y sensible comunicador social, trata a su señora madre como a una diosa y por lo tanto, debe amar profundamente a su terruño, y no hay duda de que estos nobles sentimientos que le animan, le convierten en un paradigma de las generaciones que hacen y harán vida en esa amada tierra. El Fonsho Aguilar, desde muy niño no tuvo la oportunidad de tener a su lado a su progenitora, pero en recompensa gozó de tres regazos en los que abrevó el infinito amor maternal y es por eso que el cariño a su terruño se triplicó y hoy siente un gran dolor al ver que el apetito por el dinero fácil de unos pocos, pone en peligro a esa tierra que lo único que quiere es el amor de sus hijos, hijos que en su mayoría, con una incomprensible insensibilidad, aplauden como focas, los desmanes de un puñado de ambiciosos. Ese don Aguilar ruega al tan ilustre don Carlos, que le diga si alquilar las tierras de la Comunidad y llevarse el dinero del alquiler a los bolsillos, no es servirse de ellas.
La verdad es que ese Aguilar, no entiende, cuando usted se pregunta si no ha podido "superar el lío de tierras de la Comunidad con su familia", pues, hasta donde tiene entendido, las tierras que la Comunidad usurpó –cuyos títulos de propiedad están legalmente avaladas por la ley–, fueron devueltas a sus legítimos dueños, es decir, a su familia, por lo tanto, el lío se superó y en consecuencia, a ese don Fonsho, le gustaría que, usted don Carlos, le explicara que si no hay líos, qué es lo que no ha superado. Ese don Aguilar, se resiste a creer que la intención que encierra su interrogante y que no ha podido expresarla con claridad –ya sea por una simple omisión o por incapacidad de redacción– sea una expresión de mezquindad, ya que este sentimiento hace perder la percepción de los valores y es entonces que el mezquino se deja arrastrar por la ignominia y pierde la noción de patria, de amor a su terruño, y lo peor, se olvida hasta del amor a la mujer que le dio la vida. El mezquino termina desconociendo ese maravilloso binomio tierra-madre, y pretende ignorar que en la primera de este binomio, brotó el alimento con el que la abnegación de su madre lo alimentó. Sai Baba, un guru de la India, dice: trata a tu madre como a una diosa, y don Aguilar agregaría: igual trato dale a la tierra donde naciste. Ese Aguilar piensa que usted, señor Rodríguez, como un hombre de bien y sobre todo, como un extraordinario y sensible comunicador social, trata a su señora madre como a una diosa y por lo tanto, debe amar profundamente a su terruño, y no hay duda de que estos nobles sentimientos que le animan, le convierten en un paradigma de las generaciones que hacen y harán vida en esa amada tierra. El Fonsho Aguilar, desde muy niño no tuvo la oportunidad de tener a su lado a su progenitora, pero en recompensa gozó de tres regazos en los que abrevó el infinito amor maternal y es por eso que el cariño a su terruño se triplicó y hoy siente un gran dolor al ver que el apetito por el dinero fácil de unos pocos, pone en peligro a esa tierra que lo único que quiere es el amor de sus hijos, hijos que en su mayoría, con una incomprensible insensibilidad, aplauden como focas, los desmanes de un puñado de ambiciosos. Ese don Aguilar ruega al tan ilustre don Carlos, que le diga si alquilar las tierras de la Comunidad y llevarse el dinero del alquiler a los bolsillos, no es servirse de ellas.
Carlos responde:
Le hacemos recordar Don Aguilar que siempre:
¡Nos opusimos a la mina y a todas sus
consecuencias!
Y con eso es más que suficiente, y siempre afirmamos
que el problema de la Comunidad es diringencial y no del pueblo, y en la
actualidad hay nuevos dirigentes. Eso es saludable.
Don Fonsho dice:
Cuando usted, señor Rodríguez,
mutila los escritos de don Fonsho, tomando sólo fragmentos que le son útiles
para satisfacer a una parcialidad, muestra que existe una intención aviesa de
tergiversar la verdad y a pesar de esto, ese don Aguilar quiere creer que lo
hace por alguna conveniencia personal, y no por la mezquindad que hace perder
hasta el respeto a la madre, pero este no es el caso suyo, pues todo el mundo
debe saber que usted es uno de los hijos más ejemplares que ha parido esa
tierra.
También, ese don
Aguilar sospecha que la sabiduría del señor Rodríguez está divorciada de su
intelecto, es decir, que ha perdido el poder del entendimiento y de la facultad
de pensar. Además, ese don Fonsho, vislumbra en el análisis que don Carlos hace
de sus escritos, que sufre del síndrome de dislexia, o en otras palabras, que
adolece de la dificultad en la lectura que le imposibilita una comprensión
correcta de lo que lee. Quien lea los artículos de ese don Aguilar y la
interpretación que el señor Rodríguez asume, podría sospechar que el referido
señor sufre de un deterioro de la cognición, que se traduce en la pérdida de
funciones cognitivas, mejor dicho, que ha perdido –o nunca la tuvo– la facultad
para procesar información a partir de la percepción, el conocimiento adquirido
–llamado experiencia– y las características subjetivas, que permiten valorar
todo tipo de comunicación. Ese don Aguilar menciona esto, porque don Carlos, no
coordina bien los acontecimientos con el tiempo, sólo se traslada al presente y
sobre ellos escribe. ¿Adulación o conveniencia?. Ese don Fonsho, habla en su
comunicación al MEM, de acontecimientos sucedidos "hace más de tres
décadas", tiempo en el cual, los miembros de esa entidad, dejaron de ser
exclusivamente campesinos para dar paso a otros que de campesinos no tienen
nada.
Carlos responde:
Sus escritos no son tergiversados, Usted es
beligerante en su posición y cambia de opinión cuando lo conviene, hoy día
habla bien de la mina, mañana lo contrario, pareciera que busca intereses económicos,
pues no lo sabemos.
Don Fonsho dice:
El señor Rodríguez
desea que don Fonsho le diga sobre los presuntos terroristas que ESTÁN DENTRO
DE LA COMUNIDAD. Aquí este ilustre conchucano, ya asoma muestras del síndrome
de la dislexia que parece adolecer, pues ese don Aguilar está refiriéndose al
pasado, cuando, un ilustre presidente de la Comunidad y profesor del colegio,
fue apresado por terrorismo, juntamente con otros miembros de su entorno.
Además, en la copia de un expediente que mi padre guardó en su archivo, está la
orden de captura por asesinato –junto con otros más– de ese Adalid que presidió
la Comunidad. Si el señor Rodríguez promete tener la hidalguía de publicarlo,
ese Aguilar no tendrá empacho en darle copia de ese expediente. Don Carlos pide
nombres que no pueden ser dados, por ética y por respeto a la memoria de
quienes han pasado a mejor vida. Pero analicemos otros hechos. Ese sin par
líder que hace muchos años presidió la Comunidad, arrastró a sus dirigidos a
usurpar tierras cuyos títulos estaban amparados por la Ley; los indujo a
cosechar siembras que nunca cultivaron, a apropiarse de ganado que nunca
criaron; pretendieron quemar a una humilde mujer a quien acusaron de bruja y
pasearon por las calles a un indefenso individuo, acusado de adulterio; ¿No
fueron miembros de la Comunidad –entre ellos, su presidente– a quienes se les
acusó de haber asesinado a un comunero de Mayas?, no hace muchos años estuvo
preso un presidente de la Comunidad –en ejercicio– por esgrimir una arma de
fuego y amenazar a unos ciudadanos. Estos hechos y otros más ¿no son tropelías,
ilustrísimo señor Rodríguez? ¿O prefiere un nombre más acorde con la ley:
DELITO?
Carlos responde::
Usted cómo define a un terrorista, para los
entendidos jamás hubo ideología y programa marxista en Conchucos, que nuestros
paisanos hayan sido miembros de la izquierda ortodoxa, es otra tema, la ideología
comunista era desterrar las viejas relaciones sociales de producción o sea:
Todo rezago de servidumbre semifeudal de explotación de familias enteras y
aprovecharse de su trabajo, como los hacendados que bebían leche y cereales
producidos por los campesinos pobres y sin tierra, y que se creían los
notables.
Nosotros fuimos críticos y testigos presenciales
de esos tristes episodios de fragmentación de nuestro pueblo en el lio de las tierras
eráseas, en los desmanes y también estuvimos en desacuerdo con el
enfrentamiento con una comunidad hija y hermana como lo es Mayas. Algunos dirigentes
de esa época se dejaron llevar por el chauvinismo de las rondas campesinas de
ejercer la justicia por las propias manos, para repeler el avance del abigeato
y los abusos de seudogamonales, gracias al olvido del estado inoperante en el
ande. En ese contexto se dieron dichos episodios.
Don Fonsho dice:
Don Carlos, use su
sabiduría y diga ¿cómo calificaría a una Comunidad que vio, impasible, degollar
a uno de sus miembros y ni siquiera emitió una palabra de protesta? ¿Por qué no
exigió a las autoridades que investigaran tan abominable crimen y permitió que
el asesino esté libre? ¿Fue o es cobardía o complacencia y se refugió en el
dicho irreverente y perverso: UN PERRO MENOS, UN HUESO MÁS?
Usted presume que ese don Aguilar no ha podido superar el lío de las tierras ¿no será que al tratar de ensañarse con lo que escribe, usted tampoco puede superar que le haya puesto en evidencia los embustes sobre los relaves de Chile y otras sandeces, que desdice su capacidad y demuestra que en algo es usted ignorante?
Usted presume que ese don Aguilar no ha podido superar el lío de las tierras ¿no será que al tratar de ensañarse con lo que escribe, usted tampoco puede superar que le haya puesto en evidencia los embustes sobre los relaves de Chile y otras sandeces, que desdice su capacidad y demuestra que en algo es usted ignorante?
Carlos responde:
Señor Aguilar su pregunta, nos lleva a formular
otra:
¡Qué pasaba con nuestros campesinos pobres de ayer
que se dejaban explotar por los notables, y nunca se atrevieron a revelarse, más
bien siguieron por muchos años hinchando las barrigas de estos señores. O también
Usted era ignorante y no sabía de donde venía la leche y el trigo para las
semitas.
Le invitamos a discutir estos temas a fondo y
ponernos de acuerdo en el que hacer.
Don Fonsho
dice:
…Desde un principio me
opuse a la venta de Magistral y defendió ante el Concejo de Minería, el sentir
del pueblo conchucano que se oponía a que el valle fuera usado como depósito de
relaves. Quién aupó esa venta y la defendió con ahínco, fue el ingeniero Oscar
Aguilar Miranda, uno de los más connotados profesionales que ha nacido en
nuestro pueblo. Ese don Fonsho no compartió su posición, pero trataron el tema
con altura, como debe hacerse entre personas civilizadas. Ese don Aguilar lo ha
dicho y lo dice, que no está en contra de la minería en Magistral, sólo se
opone a que se ponga en peligro al pueblo con la acumulación de relaves en un
lugar que entraña peligro ¿es que hay gente tan torpe que no entiende algo que
es tan simple?. Ese don Fonsho también ve que don Carlos ha revisado el
diccionario para saber la acepción de nepotismo y despotismo. En ese
diccionario podrá ver que antes de la N, está la D donde puede encontrar el
significado de decencia; un poco más adelante está la R de respeto y la S de
sindéresis; si ha ido a la escuela, habrá aprendido Construcción gramatical,
especialmente, concordancia, sintaxis y otra reglas de la gramática, y si no
los aprendió, por favor que revise y practique, que este Aguilar y los demás
que leen sus artículos y que no tienen la sabiduría de él, aprendan de sus
escritos para enmendar errores al escribir. Lo que sí ve, es que don Carlos, se
ha detenido en la letra A, M y T y en ellas encontró los vocablos Amor, Madre y
Terruño, y por eso ama a su madre y a su tierra, con el amor de un hijo
ejemplar ante los ojos de sus paisanos y sobre todo, ante Dios.
Este don Aguilar debe cerrar esta perorata, y al hacerlo, además de expresarle su singular aprecio y admiración al señor Rodríguez, tiene que identificarse, pero no sabe qué nombre le gustará al ilustre don Carlos. ¿Puede ser EL FONSHO, ESE DON AGUILAR, EL FONSHO AGUILAR, EL TAL DON AGUILAR? Para satisfacer a tan digno personaje, ese don Aguilar le deja escoger la opción que más le agrade.
Este don Aguilar debe cerrar esta perorata, y al hacerlo, además de expresarle su singular aprecio y admiración al señor Rodríguez, tiene que identificarse, pero no sabe qué nombre le gustará al ilustre don Carlos. ¿Puede ser EL FONSHO, ESE DON AGUILAR, EL FONSHO AGUILAR, EL TAL DON AGUILAR? Para satisfacer a tan digno personaje, ese don Aguilar le deja escoger la opción que más le agrade.
Carlos responde:
Nuestros errores son involuntarios y de carácter gramatical,
pero jamás voluntariamente hemos vendido nuestras conciencias, jamás hemos
comido en una mesa de mineros imperialistas, tampoco gozamos con dinero que representa
contaminación del mundo en todos sus sentidos e interpretaciones.
Nos despedimos con una
pregunta llena de sinceridad:
¡Don Fonsho!
¡Porque tanta molestia emana de su persona?
a).- ¡Acaso responde a una tonta vanidad, y
orgullo!
b).- ¡Acaso es un falso complejo de superioridad!
c).- ¡Acaso a un puñado de dinero!
d).- ¡O es el problema de las tierras!
e).-Todas las Anteriores
f).-
N.A.
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