El próximo 16 de mayo, el expresidente del Gobierno Regional
de Áncash César Álvarez cumplirá un año preso en el penal de Piedras Gordas, en
Ancón, acusado de ser el autor intelectual del crimen de su exconsejero y rival
político Ezequiel Nolasco, quien fue asesinado en marzo de 2014.
En estos meses de reclusión, Álvarez dice haber perdido 30
kilos de peso. La ropa le baila. Atrás quedaron los tiempos en que usaba ternos
a medida y calzado italiano, cuando era el todopoderoso presidente de la región
más rica del país.
La revista Correo Semanal lo entrevistó en su celda del área
de prevención, que es la zona más segura dentro de esta cárcel de máxima
seguridad.
César Álvarez comparte camarote con José Luis Roque Alejos,
“Cholo Payet”, condenado por el homicidio del hincha aliancista Walter Oyarce.
Otros compañeros de pabellón son el expresidente regional de Cajamarca Gregorio
Santos, procesado por corrupción; David Sánchez Manrique, “Loco David”,
igualmente sentenciado por el homicidio de Oyarce; y un viejo amigo, el
exalcalde de la provincia del Santa Luis Arroyo Rojas, quien ha recibido una
condena de 15 años de prisión efectiva por colusión en enero de este año.
Es la primera vez que Álvarez concede una entrevista
periodística desde que fue apresado. “Me trajeron aquí para que no hable, pero
ya es hora”, dice.
EL AMIGO. “Estoy preso por orden de Ollanta Humala”, arguye
César Álvarez. “Humala ha olvidado que yo colaboré intensamente en la campaña
política que lo llevó a Palacio de Gobierno. Lo apoyé con logística y con
muchas cosas más. El nexo entre ambos fue mi amigo Martín Belaunde Lossio”,
sostiene.
“A Martín Belaunde Lossio -prosigue Álvarez- lo conocí en el
año 2006. Él viajó a Chimbote y me propuso candidatear a la presidencia
regional de Áncash por el partido de Ollanta Humala. Quería que sea el
candidato nacionalista. Ollanta lo envió para que me convenciera, pero no
acepté y decidí postularme con mi movimiento independiente Cuenta Conmigo”.
Según César Álvarez, Belaunde Lossio volvió a buscarlo en el
año 2010. “Me propuso apoyarme en mi campaña de reelección. Con su productora
televisiva, él trazó un plan piloto para demostrar que era un buen publicista”,
afirma.
Ya para entonces Álvarez era acusado de fustigar a sus
adversarios políticos, algunos de los cuales empezaron a ser asesinados
sistemáticamente por sicarios.
Las denuncias en su contra fueron archivadas o prescribieron
por la evidente influencia que este ejercía en la Fiscalía y el Poder Judicial,
pero Álvarez pensaba que estas sindicaciones podían costarle la reelección.
![]() |
La primer imagen es en el Penal y la segunda cunado visitaba Pallasca |
0 comments:
Publicar un comentario