12 de diciembre de 2013

NUEVOS VIENTOS SOPLAN EN LA C.C.C.

 
 
Me atrevería a describir a Jorge Eusebio Izaguirre, el nuevo  Presidente de la CCC, como un hombre que forjo su vida al lado de su padre, mi querido primo Simón Eusebio. Lo conocí cuando ambos éramos estudiantes del C.N.Mx.C.; era práctico, poco verbo pero tenía un gran corazón, pues era solidario y esa cualidad  es intrínseca a un hombre bueno.

Hay que felicitar a esta nueva Junta Directiva y hay que atreverse a desencadenar la desidia y parsimonia y jalar el yugo junto a ellos, pues son una hornada  que esperemos esta ajena y lejana a ese “ramillete” de sempiternos “dirigentes” que cocinaron junto al gran chef de antaño, la debacle de la CCC, a aquellos que de una u otra forma han querido politizar con ideas mal copiadas de La Habana a una Comunidad que sembró su historia a pulso, sin andamios ni escaleras ajenas, pues sus miembros no tuvieron otra ideología que los valores inculcados por sus ancestros, por el amor a la tierra que hicieron suya desde que vieron la luz y por la que se jugaron la vida cuando tuvieron que hacerlo.
Esta Nueva Junta Directiva, ha sido fruto de la Asamblea, magna instancia que ha empezado a decidir nuevamente  los destinos de la CCC, y lo ha hecho cuando ya los “infalibles líderes”  vocingleaban que era mejor que se prolongue el mandato del  inefable Hugo Lara y Cia, cuando, el Comité Electoral al mando de otros “infalibles”, convocaba a prolongar la agonía de la CCC con los dirigentes que han demostrado ineptitud hasta el cansancio y que han visto en la minería, la mejor forma de  proveerse mejores vitrinas para sus intereses personales. Hay que felicitarnos los que hemos nacido campesinos como hijos de campesinos que, sean nuevamente los campesinos  quienes dirijan a la vieja Comunidad de nuestros ancestros.
Guillermo Ayala Carretero, hijo de Corpus Ayala, campesino legendario, alcalde  pedáneo como mi padre, campesino de  poncho al hombro y grito destemplado a la hora de sacar la tarea al canto, tiene el talante  y la buena sombra de su padre, por lo tanto hay que confiarle el buen tino, pero por sobre todo la honestidad heredada, debe de ser su patrimonio. Miguel Eme Torrealba,  el nuevo Tesorero, gran amigo, hijo de Francisco Emé Miranda, comunero y hacendado, pero primero comunero, pues fue delegado en muchas trayectos de la CCC y uno más de aquellos hijos que forjaron esta Comunidad campesina que, a pesar de las debacles a lasque lo han conducido los dirigentes que han perdurado por más de medio siglo, no quiere morir y, no podemos dejarla morir, hay que tirar el arado para un solo lado y con la fue4rza que hemos heredado de aquellos que la construyeron, cuando no había millones de soles que gastar, sino que tenían millones de ilusiones y razones para crearla, para hacerla grande. La CCC fue en esencia laque forjó al Distrito de Conchucos, la que hizo de Conchucos lo que es hoy, fue la Comunidad de Campesinos la que nos dio ese orgullo que hemos osado enrostrarlo a los demás, fue la CCC, la que nos hizo ser por muchos motivos lo que hoy somos. Nuevos vientos soplan en nuestra tierra conchucana y junto con la venida del nuevo año, auguremos a estos aguerridos comuneros  una fructífera labor, la que no estará llena de dificultades, pero si trabajan con honestidad, con transparencia y con firmeza, no habrá malos resultados y pidamos a nuestro querido Viejo de las Animas que haga posible que Jorge, Guillermo, Vishe, Miguel, Domínguez, Felipe, Fabián, Máximo  tengan el mejor de los éxitos

 
 
POR: FRENCISCO GIL P.